Los fundadores
El nacimiento del JMI se debe a Guy Besnardeau y a su viaje a Madagascar.
Si el grupo está hoy en pie es también gracias al encuentro entre Franck Nguyen y su esposa, hija de Guy Besnardeau.
Guy Besnardeau
Guy Besnardeau viajó a Madagascar con 28 años.
En los años 1975, decidió crear la sociedad SMEF, especializada en equipos frigoríficos.
Esto le llevó poco a poco a interesarse por la actividad pesquera, primero para la clientela de la sociedad SMEF, y luego, también, a título personal.
A comienzos de los años 80, vislumbró la oportunidad de aunar su experiencia en los sectores de la refrigeración y la pesca local.
Nacieron así numerosas empresas que propiciaron el desarrollo de la pesca del camarón o la pesca con línea, la recogida de productos del mar y su distribución con destino a la exportación y a los establecimientos en Madagascar.
Gracias a su visión, su organización y su tenacidad, Guy Besnardeau ganó su apuesta: integrar un conjunto de empresas complementarias del sector de la cadena de frío y los productos pesqueros a nivel mundial.
En los años 1975, decidió crear la sociedad SMEF, especializada en equipos frigoríficos.
Esto le llevó poco a poco a interesarse por la actividad pesquera, primero para la clientela de la sociedad SMEF, y luego, también, a título personal.
A comienzos de los años 80, vislumbró la oportunidad de aunar su experiencia en los sectores de la refrigeración y la pesca local.
Nacieron así numerosas empresas que propiciaron el desarrollo de la pesca del camarón o la pesca con línea, la recogida de productos del mar y su distribución con destino a la exportación y a los establecimientos en Madagascar.
Gracias a su visión, su organización y su tenacidad, Guy Besnardeau ganó su apuesta: integrar un conjunto de empresas complementarias del sector de la cadena de frío y los productos pesqueros a nivel mundial.
Franck Nguyen
Con formación en hostelería, Franck Nguyen es desde muy joven un apasionado de la cocina y los productos de calidad.
De espíritu innovador, en sus comienzos ideó numerosos proyectos con el objetivo de aportar valor añadido al sector agroalimentario.
Conocer a Chrystelle y a su padre, Guy Besnardeau, dio un giro profesional a sus ideas. De forma natural, se adentró en la cultura de los productos del mar y descubrió su pasión por estos excepcionales recursos.
En 1993, fundó la sociedad Crusta C, que desde entonces ofrece a las grandes y medianas superficies (GMS) francesas un producto fresco, cocido y listo para el consumo.
Industrializar un producto de calidad e innovar en beneficio de los consumidores y del planeta es lo que siempre ha motivado a Franck.
De espíritu innovador, en sus comienzos ideó numerosos proyectos con el objetivo de aportar valor añadido al sector agroalimentario.
Conocer a Chrystelle y a su padre, Guy Besnardeau, dio un giro profesional a sus ideas. De forma natural, se adentró en la cultura de los productos del mar y descubrió su pasión por estos excepcionales recursos.
En 1993, fundó la sociedad Crusta C, que desde entonces ofrece a las grandes y medianas superficies (GMS) francesas un producto fresco, cocido y listo para el consumo.
Industrializar un producto de calidad e innovar en beneficio de los consumidores y del planeta es lo que siempre ha motivado a Franck.