La identidad de JMI

Una identidad sólida

En nuestros comienzos no buscábamos una identidad convencional. Desde siempre hemos querido ser vanguardistas, y eso lo aplicamos también a la comunicación.

No era solo cuestión de diseñar un logotipo, sino de crear todo un universo con el que todas las empresas del grupo pudieran identificarse.

En definitiva, una identidad que:

• inspirara confianza a todos nuestros colaboradores,
• reflejara la cercanía de una historia familiar,
• diera al mismo tiempo credibilidad al grupo y afirmara su buen hacer.

Nuestra apuesta: ¡no utilizar el azul! Es verdad que el azul está presente en casi todos los grandes grupos del sector. Es un color muy acorde con nuestra actividad, que además inspira confianza y estabilidad.

En nuestro caso, quisimos alejarnos de esa imagen y optar por otro color convencional pero disruptivo: ¡el violeta!

El concepto de imbricación

Con nuestras 18 empresas y nuestras 5 áreas de competencia, podemos poner en valor todo el ecosistema de JMI. Nuestras competencias y líneas de negocio son complementarias, y cada empresa es una pieza esencial del puzle que, a su vez, forma parte de un todo: el grupo JMI.

Esta idea es justamente la que queríamos realzar con un sistema de imbricación.

Entremos juntos en la explicación de nuestro universo

Como puede verse, JMI ha querido salirse de lo común con esta nueva identidad plagada de color. Una identidad que permite reunir en el día a día a las 18 empresas del grupo.

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